Ayna es el pueblo en el que encontramos más localizaciones de la película. Desde que llegamos al pueblo podemos apreciar dos miradores con un encanto especial y en el que las vistas impresionan.
En primer lugar ‘el mirador del diablo’, aquel al que se suben los guardias civiles para ver amanecer al final de la película. A unos metros de este mirador encontramos otro mirador dedicado a ‘Amanece que no es poco’ con el mítico sidecar.
Se trata de una réplica del sidecar de la película, donde no puede faltar una foto para el recuerdo. Si no tienes una foto en el sidecar es como si no hubieses visitado Ayna.
Desde que se inauguró esta ruta son miles las personas que se han acercado para visitar esta pequeña parte de la historia del cine español.
Este bonito pueblo está lleno de rincones maravillosos que formaron parte de los escenarios de la película. ¡Te invitamos a descubrirlos!