Cuando hablamos de gazpacho a muchas personas le viene a la cabeza la imagen del gazpacho típico andaluz. Una especie de sopa fría elaborada a partir de tomate, pimiento, pepino, y otros ingredientes similares. Pero nada tiene que ver con la receta que te vamos a detallar a continuación.
Los gazpachos manchegos, también denominados galianos, son un plato procedente de la vida humilde y rural. Originariamente este plato se comía utilizando las tostas como plato. Esta tosta se iba troceando para usarla a modo de cuchara y acompañarla con el resto del manjar.
Este plato se elabora a partir de los gazpachos, como ingrediente principal, acompañado de carne de caza (liebre, perdiz, etc.). También se puede preparar con cualquier otro tipo de carne más fácil de conseguir, ya sea pollo o conejo.
La torta del gazpacho es un tipo de masa elaborada con harina, sal y agua. Esta se amasa hasta darle una forma fina y redonda, y se hornea para que cobre un aspecto crujiente y dorado. Una vez que tiene el punto ideal se trocea y se añade como último paso.
Hoy en día estas tortas las venden enteras o ya troceadas en cualquier supermercado. En las panaderías de Elche de la Sierra las puedes encontrar elaboradas artesanalmente. Lo que no cabe duda que le da un sabor único y que no se puede comparar con el de las tortas industriales.
En primer lugar, hay que hacer una base del guiso a partir de verduras, como pimiento o cebolla. A este sofrito le añadiremos la carne y, más tarde caldo. Todo ello a fuego lento hasta que reduzca. En este momento añadiremos los gazpachos para que terminen de cocinarse con el resto de ingredientes. ¡Si aún no la has probado deberías hacerlo cuanto antes!